miércoles, 14 de enero de 2009

Drácul(a)

Y finalmente, para cerrar con este tema de los vampiros, les dejo con mi historia favorita, la del perturbador y perturbado Vlad III, personaje que sirvió de inspiración a Stocker para hacer su Conde Drácula. Tan pintoresco es este personaje que incluso su nombre y apodos merecen una breve explicación:
La historia lo recuerda con 2 apodos: Vlad Draculea y Vlad Tepes. Para entender el término “Draculea” hay que aclarar que su padre perteneció a “La Orden del Dragón”, grupo militar especializado, cuya insignia era un dragón. El padre pasó a ser apodado como “Drac”, que significa “dragón”. Lo anecdótico del caso es que en el folklore rumano (lugar de origen de estos personajes) no había dragones, por lo que pasó debido a la fonética el término “Drac” (dragón en húngaro) a “Dracul” que significa “Demonio”, pasando Vlad III a la historia como Vlad Draculea, “El hijo del Demonio”.
Tepes significa en rumano “empalador” y para la historia quedó el apodo de “Vlad, el Empalador” por su afición de empalar a sus víctimas. Detalles de eso vendrá un poco más adelante.

Vlad Tepes fue el príncipe del reino de Valaquia (Rumania). Este era un pequeño reinado que estaba justo en el medio de 2 poderosos imperios: el húngaro y el otomano. Estos imperios estaban en constante guerra y dada la situación estratégica de Valaquia, era apetecido tanto por húngaros como por turcos que buscaban expandir su influencia por Europa. Estratégicamente, la actitud que tomaba el reino era la más lógica posible: actuaban como mercenarios, atacando a unos u otros mientras se aseguraban la protección del imperio rival.

En una de esas “muestras de afecto” hacia el imperio otomano, fue mandado Vlad como prisionero del sultán, demostrando sumisión a éste. Ahí Vlad aprendió técnicas de tortura nunca antes vistas y se fue desarrollando aún más su ya patológico carácter sádico.

Al volver a Rumania, se enteró que su padre había sido asesinado y su hermano mayor le quemaron los ojos antes de enterrarlo vivo. Ambos hechos fueron perpetrados por los boyardos (aristocracia de la época), con lo que Vlad les guardó un gran rencor. Con ayuda de los turcos, Vlad fue designado rey, pero prontamente destituido por los húngaros. Se la pasó vagando hasta tener capacidad para hacer un “golpe de estado” y volver a reinar.

En este periodo buscó fortalecer su reinado con la eliminación de los boyardos. Esta eliminación no fue sólo física, sino también quitándole poderes: a las reuniones reales y los cargos importantes llegaban gente del campesinado y se ignoraba por completo a la aristocracia. Aquellos sectores del reino que no estaban de acuerdo con el regente, Vlad se encargaba de atacar. El inicio de la peculiar seguidilla de eventos extraños partió con la eliminación de 30 mil colonos alemanes que no lo aceptaban como rey. En lugar de hacer un convencional ataque con el ejército, se decidió que todos morirían empalados (tortura favorita de Vlad).

Finalmente se enfrascó en muchas batallas con húngaros en un principio y después con otomanos, velando por los intereses del pequeño reinado. Sin embargo se le oponía la clase aristocrática (evidentemente), por lo que apoyaron al hermano de Vlad para que se alzara con el poder. Vlad terminó siendo derrotado y apresado. Aunque ese no fue el fin, ya que fue liberado y con ayuda de Esteban Bathory (pariente sin dudas de la condesa) recuperó el trono y nuevamente siguió la política de guerras contra los turcos y húngaros, en la cual pereció en una situación de desventaja: se enfrentó un pequeño ejercito de 300 hombres contra uno de 120 mil turcos (varias veces se había enfrentado con éxito a situaciones así empelando técnicas de guerrilla).


Después de esta breve introducción a su vida, vamos a lo interesante: las anécdotas (algunas leyendas, otras ciertas) que lo colocan como un personaje curioso, por decir lo menos:

Eliminación de pobres y gitanos:

La población se quejaba de los continuos robos que sufrían por parte de ladrones y asaltantes en sus territorios, además de los pobres, que según Vlad no aportaban nada al país. Para erradicar esto propuso un gran festín en una gran casa de las afueras de las ciudades para pobres, ladrones, tullidos, leprosos, enfermos, pordioseros, en donde había comida y vino por doquier. Cuando ya todos estaban bien servidos de comida y borrachos de vino, Vlad y su guardia se plantaron en la casa y preguntó a todos los allí reunidos si querían una vida sin privaciones ni preocupaciones y que todos los días se dieran festines como aquel, a lo que los mendigos y demás personas respondieron que sí y que había sido el mejor día de sus vidas. Vlad les sonrió y mandó a sus soldados que cerraran todas las puertas de la casa y prendieran fuego sobre ella. Nadie quedó con vida. Eliminó la pobreza acabando con los pobres. Esto se fue repitiendo con todos los mendigos en cada comarca de su principado. Llegaron a morir 3.600 personas.. método cruel, pero eficiente si me lo preguntan xD


Mensajeros turcos

Se presentaron ante él unos emisarios del Sultán procedentes de Estambul. Estos iban ataviados con sus ropas tradicionales, entre ellas el turbante. Al presentarse ante él, Vlad les preguntó que por qué no le mostraban respeto descubriéndose la cabeza, a lo que los turcos respondieron, que no era costumbre en su país, Vlad, ofendido ante, decidió reforzar sus costumbres y los devolvió a Estambul con los turbantes clavados a los cráneos, para que nunca se los sacasen.


El comerciante

Un comerciante florentino se presentó en su castillo para denunciar que le habían robado una bolsa de monedas de oro. El príncipe le dijo que volviera al día siguiente. Cuando el mercader retornó al día siguiente, los ladrones y todos los miembros de sus familias estaban empalados en el patio de castillo. Frente a ellos, Vlad devolvió la bolsa robada. Entonces el Empalador le pidió al comerciante que contara las monedas de la bolsa, para comprobar si faltaba alguna. El aterrorizado extranjero las contó cuidadosamente, y probablemente demasiado asustado para mentir dijo que sobraba una. Vlad le contestó: -Tu honradez te ha salvado. Si hubieras intentado quedártela, habrías acabado en la estaca más alta, junto con éstos


Monje Empalado

Vlad paseaba con un monje junto a un bosque de empalados. El monje le dijo que el hedor era insoportable, pero se lo dijo en tono de burla. Vlad lo miró con ojos incendiarios y ordenó que lo empalaran en el palo más alto que hubiera. Cuando el monje ya estaba empalado el príncipe le preguntó si allí arriba olía mejor.
La mujer holgazana
Vlad se encontró con un hombre trabajando en el campo que parecía falto de mujer por el aspecto de sus ropas. Al preguntarle si no estaba casado éste le dijo que sí. Vlad hizo traer a la mujer y le preguntó qué hacía en sus días, y ésta le dijo que lavar, hacer el pan y coser. Señalando a las ropas de su marido, Vlad no le creyó y decidió empalarla a pesar de que el marido afirmaba estar satisfecho con ella. Luego obligó a otra mujer a casarse con este hombre no sin antes amenazarla con el mismo destino si no cuidaba bien del campesino.


El voivoda (jefe de ejército) Dan

Otra de sus acciones fue la muerte al voivoda usurpador Dan. Este había intentado derrocar a Vlad, tras su fracaso y después de ser capturado, Vlad lo mandó ejecutar pero antes lo obligó a cavar su propia tumba y asistir a sus propios funerales (indudablemente, Vlad tenía sentido del humor)


Los monjes mendigos

Cuando Vlad fue de visita a un pueblo de Valaquia, vio como dos monjes le pedían limosna. El príncipe les preguntó que por qué pedían limosna si podían vivir sin penurias colaborando en cualquier iglesia y éstos le respondieron que mendigando podrían saber si iban a entrar o no en el reino de los cielos, a lo que Vlad sin más miramientos, les mandó empalar y les dijo que así sus dudas quedarían resueltas de inmediato.


La copa de oro

También puso en una fuente de la plaza de la capital de Valaquia, Tirgoviste, una copa de oro para que todo el mundo bebiera en ella, pero aquel que la robara se sometería a la justicia del príncipe. Durante los años de su reinado nadie osó robar la copa de oro. Incluso tras su muerte la copa siguió durante un largo período en la fuente debido al temor que había infundido Vlad en los habitantes.


Venganza contra los boyardos

Una de sus acciones de empalamiento masivo fue en su venganza contra los boyardos. Vlad invitó a los boyardos a una gran cena de Pascua pidiéndoles a estos que se pusieran sus mejores galas. Cuando terminaron de cenar, Vlad mandó empalar a los más viejos, mientras que a los jóvenes les obligó a ir hasta a una distante ciudad, hasta un castillo en ruinas que había en un monte. Los boyardos fueron a pie, y muchos perecieron en el camino, pero los que llegaron aún con vida, fueron obligados a construir el castillo de Drácula, y así, sus preciosas ropas de gala, quedaron convertidas en harapos, mientras, obligados a construir el castillo, iban muriendo de cansancio y agotamiento a través de los meses.


Bosque de empalados

Se cuenta que el sultán había mandado un poderoso ejército para atacar el reino de Valaquia, pero al acercarse a éste, se veía un verdadero bosque de gente empalada. Tan grande fue el hedor, el impacto visual y el miedo que sintió el general y su ejército que dieron la vuelta sin luchar (sin dudas, la victoria más rápida de Vlad)


Creo que antes de emitir juicio acerca de las conductas de Vlad, se debe tener en cuenta, aparte del contexto histórico tan delicado que le tocó vivir, su infancia traumática y el hecho que en la edad media era normal los actos de masacre y crueldad. Aunque en Vlad se veía algo sicopático, no se debe juzgar con la vara de la moralidad que tenemos hoy en día.
Desde ese punto de vista, y esta opinión es compartida por muchos historiadores e incluso por los propios rumanos que son descendientes de aquellos que soportaron la crueldad, Vlad debería ser catalogado como un héroe nacional que buscaba mantener el equilibrio entre 2 imperios que buscaban fagocitar sus tierras.

En ese pequeño reino, no se podía dar el lujo de tener agitadores internos con la ya suficientemente agitada política internacional que había. Aunque evidentemente hay mejores formas de acabar con la pobreza, nadie puede dudar que el método empelado por Vlad no era el más rápido de todos. Justificable? No para los estándares actuales. Para la época y el contexto, quien sabe.

La anécdota del comerciante es plenamente justificable desde cierto ángulo: si el tipo se quedaba con más dinero del que le correspondía, no era mejor que el tipo que le robó inicialmente. Mis condolencias para los familiares inocentes que fueron asesinados ahí.

La historia del monje, los mensajeros y del voivoda me suena más al humor retorcido y cruel que tenía Vlad.. Innecesario, indudablemente. Pero hasta cierto punto, morbosa y tétricamente chistoso xD

La historia de la mujer holgazana es una muestra del sentido de justicia y deber que tenía Vlad. Y tan implacable era el sentido de justicia de este personaje, que se dio el lujo de poner una vasija de oro en una fuente para los viajeros y nadie nunca se atrevió a sacarla. Se erradicó la delincuencia eliminando a los delincuentes. Tiene lógica..


Cada quién saque sus conclusiones de este personaje, es muy interesante y creo que debe ser juzgado más por su sentido de justicia y tratar de hacer que el reino prevaleciera antes que por las muertes (que en esa época no dejaba de ser algo “normal”)

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