viernes, 10 de abril de 2009

Semana Santa

Seré sincero: me molesta esta época. Y mucho. A donde sea que mire, casi lo único que veo es hipocresía. Fea la palabra, pero para que estamos con cosas: así actúa la gente. Mea culpa, también caigo un poco en eso…

Estamos en Semana Santa y obviamente por todos lados se ven las repercusiones al respecto: santiaguinos invadiendo mi ciudad (sí, palabra de pertenencia). Esto me molesta principalmente porque saturan la ciudad y ni siquiera vienen mis amigos (si vinieron y no me avisaron, saben que se ganan mi odio eterno). También cambian la programación de la televisión nacional, aunque considerando que la alternativa es ver programas como “Yingo” o cosas así, tal vez no sea tan malo… aunque me satura que todas esas películas son iguales y con los mismos efectos especiales y calidad técnica que una película de los años 70. Tampoco me agrada mucho ver a los egipcios, árabes y al “infame” Pilatos como los malhechores de las películas, considerando que “todo era parte del plan divino”. Ya ahondaré en eso más adelante...
En los programas como el Discovery y el History Channel sólo se habla de Jesús, y nos lo tratan de vender como si fuera “ÉL” misterio a resolver por la humanidad… aún así se pueden aprender algunas cosas interesantes.

También vemos que suben los precios de los pescados porque obviamente, religiosos o no, nadie come carne en estos días (hipocresía 1: si no crees, ¿para qué privarte de una buena carne? No veo a nadie ayunando como exige la religión musulmana en algunos periodos, pero que más da. El catolicismo parece ser inmune a muchas cosas por acá).
Sólo como ejercicio mental, ¿como se vería afectado los bolsillos de los consumidores si se les ocurriera comer carne el viernes santo y pescado (obviamente chileno para el toque nacionalista) el 18 de Septiembre?

Finalmente vemos en todas las tiendas los famosos conejitos de pascua con los huevitos. Por favor, lean la frase de nuevo y tomen conciencia de lo que significa: CONEJITOS QUE PONEN HUEVOS. Por favor juro que le pago a aquella persona que me encuentre siquiera mencionado la palabra “conejo”, la frase “mamífero que pone huevos” o “chocolate”. Para los no especialistas, que consideran a las liebres como un tipo freak de conejo, para colmo se encontrarían con esta sorpresa: las liebres son considerados animales “impuros” por los que nadie debería siquiera acercarse a una.

Acá encontramos más gente hipócrita: no creyentes que se dedican y añoran estas fechas (acá es donde me incluyo) sólo por el conejo de chocolate. Al menos en mi defensa puedo decir que soy fanático de los chocolates y esto es una excusa para comerlos. Pero… ¿Y los creyentes? ¿Qué necesidad tienen de hacer esto? Se supone que esto es semana de reflexión, pensar en lo que Jesús hizo por nosotros (ya tocaré ese tema más adelante) y en el triunfo de la vida sobre la muerte. ¿El conejo? No calza, ni mucho menos uno que ponga huevos. Esto es el clásico ejemplo del marketing, donde todos los creyentes de corazón hacen esto “porque así es la costumbre” sin tener la más mínima idea que simboliza el conejo ni los huevos.
Supongo que demás está decir que hablamos de una religión pagana (y para variar, germánica) en la cual se hace tributo a un conejo por su reconocida capacidad de procreación, representando así la fertilidad de la tierra en primavera después de los duros inviernos. Incluso fue también un símbolo asociado a las culturas fenicias (bíblicamente hablando, correspondería a los horrorosos, temidos, crueles, sádicos e impuros enemigos de Israel: los filisteos). Curiosamente ellos le dedicaban el mes de Abril a la diosa que se representaba como conejo. Todo lo anterior es perfecto, pero sigue estando el problema del huevo. El significado debe ser más profundo que un simple “es más bonito vender un huevo que un feto”, pero sinceramente no se me ocurre una excusa mejor. Ojalá a ustedes sí.

Todo lo anterior, se puede resumir en una mezcla de hipocresía y al sucumbir al marketing del hemisferio norte (nada más infértil que la llegada del invierno… nosotros deberíamos celebrar la festividad de la abundancia en Septiembre). Para los pocos verdaderos creyentes, esta es una época de reflexión y de mucho pensar… a eso es precisamente a lo que los invito; analizando la situación:

Jesús fue a Jerusalén en estas fechas a sabiendas que había conspiraciones en su contra. Herodes tenía motivos para querer aniquilar a Jesús, pero carecía del poder. Pilatos tenía el poder, pero no tenía motivos para hacerlo y era sólo cosa que Jesús explicara la situación para que lo dejaran libre. En un acto difícil de explicar, Jesús no sólo no se defendió, simplemente no decía nada. Muchos acá me dirán que era eso el designio de Dios, era eso para lo que había llegado al mundo y lo acepto… pero pensemos el por qué debía hacerlo: todo esto fue para limpiarnos de nuestros pecados, hayamos cometido o no uno, porque aunque no hagamos nada, ya venimos cargados con el pecado original, ese terrible pecado que consistió en comer… una fruta (¿de donde sacan que es una manzana? Una muestra más de la gente que habla sin siquiera haber abierto la biblia).

Para peor, los mismos teólogos afirman, para tratar de vendernos como algo real el cristianismo y hacerlo calzar con las teorías evolutivas que la historia de Adán y Eva es SIMBÓLICA. En otras palabras, Jesús decidió ser asesinado para limpiarnos de un pecado que simbólicamente tenemos todos porque un tipo simbólico tenía mucha hambre. Y el colmo de la altanería fue la famosa frase “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Yo creo sinceramente que sí sabían y él mismo sabía, después de todo, “era todo parte del plan divino para limpiarnos de un pecado simbólico”.

El tipo murió en la cruz, estuvo muerto y el Domingo (Sun-day, día del sol) resucitó. Eso es lo que nos dicen y no ahondaré más en eso, pero para que reflexione cada uno por sí mismo, presento algunas alternativas:

1) El cuerpo jamás fue realmente enterrado, ya que en esa época era normal que se dejaran los cuerpos en la cruz hasta que los animales lo devoraran. Los pocos cuerpos que eran bajados, solían terminar en los basureros en las afueras de la ciudad


2) El cuerpo fue robado. ¿Culpables? Sus discípulos, que buscaban difundir la historia que 2 mil años antes habían dicho los profetas respecto a la resurrección (¿no está la posibilidad real de que Jesús simplemente haya estado equivocado?)

3) Jesús sobrevivió a la crucifixión. No es tan improbable como muchos creen: se ha documentado casos de gente que sobrevivió y después siguió una vida tranquila y normal. Como dato interesante que podría apoyar la tesis, hay una planta que crece en la zona que tiene efecto anestésico, la cual había que disolverla… Supongo que los más devotos religiosos ortodoxos, que están reflexionando en mis frases recordarán que mientras Jesús estuvo en la cruz, le dieron “algo” de beber…


Y para terminar, dejé lo más aberrante para el final: hay una insana costumbre en esta época de hacer la “quema de Judas”. Ese vilipendiado personaje carga con la pesada cruz (más pesada que la que cargó Jesús) de ser “el traidor”, el que entregó a Jesús por unas pocas monedas de plata. Para la gran mayoría es un personaje malvado, que sucumbió a la tentación. Invito nuevamente a la reflexión: si ERA necesario realmente que Jesús muriera por nosotros debido al pecado simbólico, Judas fue más que un peón en el tablero de ajedrez de Dios Padre: fue el individuo que permitió que Jesús hiciera su cometido divino. Fue el vínculo entre el Jesús vivo y el Jesús que debía sucumbir. ¿Se merece realmente un personaje así el odio eterno? Lo dudo, más bien, creo que debería ser idolatrado porque fue el escogido para llevar adelante la parte más divina del plan maestro. El otro discípulo que es bastante mal mirado es Tomás, y todo porque dijo “ver para creer”, es decir, en lugar de pensar de manera irreflexiva, de creer sin pruebas y sin ninguna lógica (más conocido como fe), buscaba el pensamiento científico que busca la verdad en base a hechos y pruebas. Realmente los invito a todos a ser como Tomás y sólo creer en los hechos y las pruebas, no en supersticiones ni en prestigios maltrechos.

Por cierto, a nadie le llama la atención que según la trinidad el Dios Padre fuera también el Dios Hijo, lo que significa que Él mismo decidió que lo mataran por un pecado que ni siquiera se ha cometido debido a un simbolismo. Sinceramente creo que si quería perdonarnos, es más fácil hacerlo que tener que pasar por todo ese proceso. Me huele un poco a masoquismo y ganas de llamar la atención…


Saludos a todos y nuevamente les dejo el mensaje de siempre: siempre sean autocríticos y no porque “algo se haga siempre así” significa que esté bien. Realmente los invito a reflexionar en estas fechas, pero no en la pasión de un tipo que vivió hace 2 mil años, los invito a reflexionar sobre Uds. mismos, sobre la parada que tienen respecto a todo esto y a ser lo más sincero que puedan consigo mismos y con el prójimo. Feliz fin de semana largo y disfruten esos huevitos de chocolate que de seguro les llegarán a pesar de que no creen en nada de lo que realmente significa



PD: mi niña te extraño!!!!!!! =(

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