martes, 16 de diciembre de 2008

Navidad, navidad (8)

Muy linda la época que se nos viene, cierto? Para los creyentes, se celebra la venida al mundo de Jesús; para los no creyentes, una excusa para juntarse en familia y para los “no estoy ni ahí con na’ ” una excusa para recibir regalos, con el lastre de tener que darlos.

Me niego a hacer un análisis navideño, de lo materialista que se ha vuelto, del sentido de verdad que tienen estas fechas y demases cosas. Sólo escribo porque me llama la atención algo: Los símbolos. A todos los que les e preguntado, me saben decir vagamente el por qué de la estrella, los regalos, algunos saben realmente que Jesús no nació un 25 de Diciembre e incluso hay quienes saben que el Viejito Pascuero existió en la figura de un personaje histórico. Lo que no tienen idea es el por qué del famoso arbolito. Nadie tiene idea cuál es la idea.

Seamos sinceros: No son precisamente los pinos el tipo de árbol que más abunda en mitad del desierto, que fue donde nació Jesús. De hecho dudo mucho que haya árboles como los pinos o algo similar. Más chistoso resulta los pinos blancos por “la nieve”, que de esos también hay. Tal vez me perdí en algún lado y efectivamente en mitad del desierto, sin una gota de agua a kilómetros de distancia de cualquier lado, suela caer nieve en los 25 de Diciembre (a pesar de que sabemos que no hay muchos profetas y enviados de Dios que nacieran en esa fecha).

Es interesante darse cuenta que muchos de los “ritos” actuales son producto de costumbres antiguas, la gran mayoría paganas y el arbolito de navidad no es la excepción.

Para los que les interese saber, el árbol de navidad tiene su origen como un símbolo fálico de una oscura cultura germana, que permitía hacer ostentación del poder que poseían los hombres para subyugar a las mujeres. Solían talar grandes bosques de pinos y colocarlos en las casas para recordarle a las mujeres su sitio en este mundo. Con el tiempo se fue perdiendo el sentido de opresión, pero siguió ligado a las casas, tras un montón de cambios en su simbología hasta llegar a ser lo que hoy conocemos: un arbolito de navidad que sostiene a la estrella.

Obviamente todo lo anterior lo acabo de inventar, pero quién estaría en condiciones de rebatirme si nadie tiene idea del significado? No se me ocurrió una historia más ridícula, pero como regalo navideño les dejo a todos una moraleja: cuestiónense el por qué de las cosas. No porque “siempre se ha hecho así”, signifique que esté bien o sea lo adecuado. Pregúntense, averigüen y expresen lo que no entiendan. En el mejor de los casos y con algo de suerte, podremos hacer cambios en el mundo al cuestionarnos el por qué se sigue haciendo todo como se hace a sabiendas que está todo mal..

Para empezar, propongo que en las próximas navidades se arme un “cactus navideño” en lugar de un pino, ya que al menos todos asociamos el cactus con el desierto. Y no me vengan con que el cactus es originario de América y en medio oriente no hay, ya que tampoco hay pinos ¬¬

Salu2 a todos y felices fiestas y bla bla bla =)

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