Muchos mitos se han levantado respecto a este personaje gordito que visita las casas y deja regalos a los niños… Acá les presento un análisis científico serio basado en leyes de la física, con aportaciones importantes de la biología. En principio, partiré indicando 2 cosas muy importantes para el posterior desarrollo del estudio:
1) Ninguna de las especies de renos conocidas puede volar. Pero existen alrededor de 300.000 especies de organismos vivientes sin clasificar aun, y a pesar de que la mayoría son insectos y gérmenes, esto no descarta por completo la posibilidad de los renos voladores que solo el Viejito Pascuero ha visto.
2) Hay dos billones de niños en el mundo si consideramos sólo a personas menores de 18 años. Pero, dado que el viejito es un racista que discrimina y no se dedica a los niños musulmanes, hindúes, judíos y budistas, eso reduce la carga de trabajo a un 15% del total: 378 millones, de acuerdo con la oficina de recuento de población. Con una media de 3.5 niños por hogar (censo de la Organización Mundial de la Salud y UNICEF), eso hace 91.8 millones de hogares. Para simplificar los cálculos que siguen, asumiremos que al menos, hay un niño bueno por casa.
Tomando lo anterior en cuenta, llegó el momento del desarrollo del análisis:
El Viejito Pascuero tiene 31 horas de Navidad en las que trabajar, gracias a las diferencias horarias y la rotación de la Tierra, asumiendo que viaja de este a oeste (asumamos que a pesar que vive en el Polo Norte, el tipo es inteligente y sabe como aprovechar el tiempo). Esto nos lleva a 822,6 visitas por segundo. O lo que es lo mismo, que para cada familia cristiana con niños buenos, tiene 1.2 milisegundos para estacionarse, saltar del trineo, bajar por la chimenea, llenar los calcetines, distribuir los restantes regalos bajo el árbol, comerse los aperitivos que le hayan dejado, volver a subir por la chimenea, volver a subir al trineo, y marcharse hacia la siguiente casa (ni siquiera se quiso complicar el problema con posibles perros guardianes que ataquen; para mantener las variables al mínimo).
Asumiendo que el trineo de Santa no experimenta el efecto túnel cuántico (tontería tamaño gigante en la que no vale la pena explayarse), y que los 91.8 millones de paradas están distribuidas uniformemente alrededor de la tierra (lo cual, por supuesto, sabemos que es falso, pero que aceptaremos como valido para nuestros propósitos) estamos hablando de 1,255.78 metros por familia (1,25 km). Todo esto correspondería a un viaje total de 121.504415 millones de kilómetros, sin contar las paradas para hacer lo que la mayoría de nosotros debe hacer al menos una vez cada 31 horas. Esto significa que el trineo de Santa se mueve a una velocidad de 1.046,0645 kilómetros por segundo, lo que corresponde a 3.000 veces la velocidad del sonido. A efectos de comparación, el vehículo más rápido creado por el hombre, el cohete espacial Ulysses, se mueve a solamente 44.095 kilómetros por segundo. Un reno convencional puede correr a unos 24.13 kilómetros por hora a menos que sea perseguido por una manada de lobos.
La carga útil del trineo añade otro elemento de juicio interesante. Asumiendo que cada niño no obtiene nada mas que un regalo de tamaño medio (907,2 grs.), el trineo arrastra 321.300 toneladas, sin contar al jinete, a quien se describe invariablemente como obeso. En la tierra, un reno convencional no puede mover un trineo de más de 226.8 Kg. aproximadamente. Incluso dando por supuesto que los renos voladores puedan, en ausencia de fuerzas de friccion terrenales, tirar de 10 veces la cantidad normal, no podremos hacer el trabajo con 8 o 9 renos. Necesitaremos aproximadamente 150.000 renos. Esto incrementa la carga útil, sin contar el peso del Viejito, hasta 353.430 Toneladas.
353.430 toneladas viajando a 1.046,0645 kilómetros por segundo dentro de la atmosfera terrestre, crean una enorme resistencia al aire, calentando los renos de la misma forma que las naves espaciales cuando regresan de su orbita. La pareja de renos que va en cabeza absorbería 14.3 quintillones de julios de energía por segundo. Cada uno (eso es mucho, créanme). Resumiendo, se incendiarían casi instantáneamente, exponiendo a los renos que les siguen, y creando bombas sónicas ensordecedoras en el camino. El equipo completo de renos seria vaporizado en 4,26 milisegundos. El Viejito Pascuero, mientras tanto, estaría sujeto a fuerzas centrípetas 17.500 veces mayores que la gravedad terrestre. Un Santa de 113.4 Kg. (que parece ridículamente delgado) seria clavado a la parte de atrás de su trineo por 1.957.290 Kg. de fuerza
La conclusión final de todo esto es que si el Viejito Pascuero existió y repartió regalos, ya no lo hará nunca más porque muy probablemente su primer viaje, también debió ser el último (lo que puede justificar también el por qué no se han encontrado los renos voladores: se incineraron todos).
Saludos! =)