lunes, 21 de diciembre de 2009

Viejito Pascuero

Muchos mitos se han levantado respecto a este personaje gordito que visita las casas y deja regalos a los niños… Acá les presento un análisis científico serio basado en leyes de la física, con aportaciones importantes de la biología. En principio, partiré indicando 2 cosas muy importantes para el posterior desarrollo del estudio:

1) Ninguna de las especies de renos conocidas puede volar. Pero existen alrededor de 300.000 especies de organismos vivientes sin clasificar aun, y a pesar de que la mayoría son insectos y gérmenes, esto no descarta por completo la posibilidad de los renos voladores que solo el Viejito Pascuero ha visto.

2) Hay dos billones de niños en el mundo si consideramos sólo a personas menores de 18 años. Pero, dado que el viejito es un racista que discrimina y no se dedica a los niños musulmanes, hindúes, judíos y budistas, eso reduce la carga de trabajo a un 15% del total: 378 millones, de acuerdo con la oficina de recuento de población. Con una media de 3.5 niños por hogar (censo de la Organización Mundial de la Salud y UNICEF), eso hace 91.8 millones de hogares. Para simplificar los cálculos que siguen, asumiremos que al menos, hay un niño bueno por casa.
Tomando lo anterior en cuenta, llegó el momento del desarrollo del análisis:

El Viejito Pascuero tiene 31 horas de Navidad en las que trabajar, gracias a las diferencias horarias y la rotación de la Tierra, asumiendo que viaja de este a oeste (asumamos que a pesar que vive en el Polo Norte, el tipo es inteligente y sabe como aprovechar el tiempo). Esto nos lleva a 822,6 visitas por segundo. O lo que es lo mismo, que para cada familia cristiana con niños buenos, tiene 1.2 milisegundos para estacionarse, saltar del trineo, bajar por la chimenea, llenar los calcetines, distribuir los restantes regalos bajo el árbol, comerse los aperitivos que le hayan dejado, volver a subir por la chimenea, volver a subir al trineo, y marcharse hacia la siguiente casa (ni siquiera se quiso complicar el problema con posibles perros guardianes que ataquen; para mantener las variables al mínimo).

Asumiendo que el trineo de Santa no experimenta el efecto túnel cuántico (tontería tamaño gigante en la que no vale la pena explayarse), y que los 91.8 millones de paradas están distribuidas uniformemente alrededor de la tierra (lo cual, por supuesto, sabemos que es falso, pero que aceptaremos como valido para nuestros propósitos) estamos hablando de 1,255.78 metros por familia (1,25 km). Todo esto correspondería a un viaje total de 121.504415 millones de kilómetros, sin contar las paradas para hacer lo que la mayoría de nosotros debe hacer al menos una vez cada 31 horas. Esto significa que el trineo de Santa se mueve a una velocidad de 1.046,0645 kilómetros por segundo, lo que corresponde a 3.000 veces la velocidad del sonido. A efectos de comparación, el vehículo más rápido creado por el hombre, el cohete espacial Ulysses, se mueve a solamente 44.095 kilómetros por segundo. Un reno convencional puede correr a unos 24.13 kilómetros por hora a menos que sea perseguido por una manada de lobos.

La carga útil del trineo añade otro elemento de juicio interesante. Asumiendo que cada niño no obtiene nada mas que un regalo de tamaño medio (907,2 grs.), el trineo arrastra 321.300 toneladas, sin contar al jinete, a quien se describe invariablemente como obeso. En la tierra, un reno convencional no puede mover un trineo de más de 226.8 Kg. aproximadamente. Incluso dando por supuesto que los renos voladores puedan, en ausencia de fuerzas de friccion terrenales, tirar de 10 veces la cantidad normal, no podremos hacer el trabajo con 8 o 9 renos. Necesitaremos aproximadamente 150.000 renos. Esto incrementa la carga útil, sin contar el peso del Viejito, hasta 353.430 Toneladas.

353.430 toneladas viajando a 1.046,0645 kilómetros por segundo dentro de la atmosfera terrestre, crean una enorme resistencia al aire, calentando los renos de la misma forma que las naves espaciales cuando regresan de su orbita. La pareja de renos que va en cabeza absorbería 14.3 quintillones de julios de energía por segundo. Cada uno (eso es mucho, créanme). Resumiendo, se incendiarían casi instantáneamente, exponiendo a los renos que les siguen, y creando bombas sónicas ensordecedoras en el camino. El equipo completo de renos seria vaporizado en 4,26 milisegundos. El Viejito Pascuero, mientras tanto, estaría sujeto a fuerzas centrípetas 17.500 veces mayores que la gravedad terrestre. Un Santa de 113.4 Kg. (que parece ridículamente delgado) seria clavado a la parte de atrás de su trineo por 1.957.290 Kg. de fuerza

La conclusión final de todo esto es que si el Viejito Pascuero existió y repartió regalos, ya no lo hará nunca más porque muy probablemente su primer viaje, también debió ser el último (lo que puede justificar también el por qué no se han encontrado los renos voladores: se incineraron todos).

Saludos! =)

martes, 8 de diciembre de 2009

Un pequeño punto azul pálido

Carl Sagan, astrónomo y divulgador científico estadounidense, propuso a la NASA tomar una fotografía de nuestro planeta cuando la sonda Voyager 2 se encontraba a 6,000 millones de kilómetros. La NASA en un primer momento no entendía qué sentido tendría fotografiar nuestro planeta desde un lugar tan lejano. Así, la Voyager giró hacia la tierra y tomó la imagen más lejana que hayamos visto de nuestro mundo:


Al respecto, el científico hizo este comentario:

Desde esta perspectiva tan distante, la Tierra podría no tener ningún interés en particular. Pero para nosotros es diferente.

Consideremos nuevamente ese punto. Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros. En él se encuentra todo aquel que amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar, cada ser humano que existió, y que vivió sus vidas.

La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del sol.

La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades visitadas por los habitantes de una esquina de ese pixel para los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; lo frecuente de sus incomprensiones, lo ávidos de matarse unos a otros, lo ferviente de su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de luz pálida.

Nuestro planeta es una mota solitaria de luz en la gran envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.

La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.

Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de los prejuicios humanos que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido.


Desde mi óptica, un gran discurso y, aunque no lo parezca a simple vista, una gran imagen. El "círculo" que se ve por donde obita el planeta, no pasa de ser un defecto de la imagen, no se imaginene que la órbita del planeta es un elemento físico similar a una carretera por donde avanza el mundo xD.

Agregaría comentarios personales respecto a la nada misma que somos; de ese mundo teocéntrico donde se suponía que la Tierra es el centro del universo; de el mundo antropocéntrico donde nosotros nos creemos el pináculo de la evolución y tantas otras cosas... pero creo que el mensaje de Sagan lo dice todo. Ojalá les haya gustado tanto como a mí


Saludos!